Hoy la física tiene un carácter emergente que, al igual que todas las disciplinas, sus fundamentos son cuestionables, señaló Ana María Cetto Kramis con motivo de la presentación del libro electrónico Fronteras de la física en el siglo XXI, editado por CopIt-ar-Xives, editorial del Instituto de Física (IF) de la UNAM. Los retos que durante este siglo deberán resolver los físicos, agregó, son la física cuántica, el tratamiento y cura de enfermedades, así como la comprensión micro y macroscópica de la materia.
“Los fundamentos de la física establecidos en el siglo pasado, necesitan mirar hacia otras ciencias, pues las teorías científicas actuales ya no son totales, afortunadamente hemos logrado ir más allá y hemos buscado nuevos fundamentos. Eso caracteriza a la actual física”, expresó ayer en el Auditorio Alejandra Jáidar del IF.
El libro que puede consultarse de forma libre vía digital se divide en cuatro capítulos: origen, evolución y estructura de la materia; el mundo de lo pequeño; la materia compleja y física interdisciplinaria, éste último es el tema de mayor interés social, señaló Ana María Cetto.
En ese sentido, Mercedes Rodríguez Villafuerte, investigadora del IF, aclaró que a partir de la física se pueden desarrollar metodologías que impacten en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades neurológicas, cardiacas y crónicas como el cáncer.
“Es un área multidisciplinaria donde nos enfocamos a favor del tratamiento y detección de enfermedades. El cáncer es el padecimiento más fácil de relacionar con la física porque usamos técnicas de diagnóstico como lo son las radiografías y aplicamos tratamientos tecnológicos que se basan en la física”, detalló.
Para explicar las aplicaciones de esta ciencia en la medicina, dijo, las personas deben remitirse a 1800, cuando se utilizaron por primera vez las radiaciones ionizantes para formar imágenes planas. “La gente no podía visualizar el interior del cuerpo humano a menos de que tomara el bisturí y lo abriera, desde ese entonces fue cuando se dio la posibilidad de utilizar energía para formar imágenes y se vio que también tenían uso para tratar enfermedades”, indicó.
El ejemplo más sencillo de la física en la cura de enfermedades, señaló Mercedes Rodríguez, son las radiaciones que se aplican para neutralizar o extraer el daño de algún tejido, “siempre de forma controlada, es decir, de de manera inteligente y en pocas cantidades para no generar daño al cuerpo”.
No obstante, en la física médica, como en la mayoría de las áreas de la física experimental, hace falta la formación de recursos humanos y equipamiento moderno que permita realizar a los investigadores sus proyectos científicos y sociales.
MATERIA. Los otros temas que se desarrollan en los tres primeros capítulos del libro, están relacionados con la materia, el universo y la cuántica. Eugenio Ley Koo, investigador del IF, comentó que los principales retos de la física que en apariencia no tiene un impacto social directo son: la conexión entre astronomía y partículas para hacer la búsqueda de qué es la materia oscura, investigar si los neutralinos son los candidatos para explicar la falta de masa y conocer las nuevas estructuras que cubren núcleos y partículas exóticas.
“Otro campo de investigación pendiente es el planteamiento de más dimensiones y no solamente de la supersimetría, sino la súper-gravedad, así como el sitio holográfico, el cual se relaciona con la teoría del universo algorítmico”, indicó.
También sobresale el estudio de la estrella binaria de dos agujeros negros y la posibilidad de que haya colapso gravitacional con la emisión de ondas gravitacionales, las separaciones pequeñas que tienen un vacío electromagnético como intermediario, la materia en escala nanométrica a nivel de la electrónica y el uso de gases ultrafríos.
LIBRO. Por su parte, Karen Volke, editora del libro, señaló que la obra está dirigida a jóvenes de licenciatura con el fin de divulgar qué temas de la física son novedosos y que en su formación académica difícilmente se les enseña.
“La intención es darle un primer acercamiento a temas que en su mayoría no se ven en la carrera, darles elementos para que sepan cuál es la física moderna, porque la contemporánea ya es del siglo pasado”, precisó.
Esta publicación se suma a los 18 libros que el Instituto de Física ha coordinado en su editorial electrónica: CopIt-ar-Xives, como una alternativa a los procesos de divulgación impresa, sitio que funciona con software libre y cuenta con mil 400 visitas cada doce días.
“Los fundamentos de la física establecidos en el siglo pasado, necesitan mirar hacia otras ciencias, pues las teorías científicas actuales ya no son totales, afortunadamente hemos logrado ir más allá y hemos buscado nuevos fundamentos. Eso caracteriza a la actual física”, expresó ayer en el Auditorio Alejandra Jáidar del IF.
El libro que puede consultarse de forma libre vía digital se divide en cuatro capítulos: origen, evolución y estructura de la materia; el mundo de lo pequeño; la materia compleja y física interdisciplinaria, éste último es el tema de mayor interés social, señaló Ana María Cetto.
En ese sentido, Mercedes Rodríguez Villafuerte, investigadora del IF, aclaró que a partir de la física se pueden desarrollar metodologías que impacten en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades neurológicas, cardiacas y crónicas como el cáncer.
“Es un área multidisciplinaria donde nos enfocamos a favor del tratamiento y detección de enfermedades. El cáncer es el padecimiento más fácil de relacionar con la física porque usamos técnicas de diagnóstico como lo son las radiografías y aplicamos tratamientos tecnológicos que se basan en la física”, detalló.
Para explicar las aplicaciones de esta ciencia en la medicina, dijo, las personas deben remitirse a 1800, cuando se utilizaron por primera vez las radiaciones ionizantes para formar imágenes planas. “La gente no podía visualizar el interior del cuerpo humano a menos de que tomara el bisturí y lo abriera, desde ese entonces fue cuando se dio la posibilidad de utilizar energía para formar imágenes y se vio que también tenían uso para tratar enfermedades”, indicó.
El ejemplo más sencillo de la física en la cura de enfermedades, señaló Mercedes Rodríguez, son las radiaciones que se aplican para neutralizar o extraer el daño de algún tejido, “siempre de forma controlada, es decir, de de manera inteligente y en pocas cantidades para no generar daño al cuerpo”.
No obstante, en la física médica, como en la mayoría de las áreas de la física experimental, hace falta la formación de recursos humanos y equipamiento moderno que permita realizar a los investigadores sus proyectos científicos y sociales.
MATERIA. Los otros temas que se desarrollan en los tres primeros capítulos del libro, están relacionados con la materia, el universo y la cuántica. Eugenio Ley Koo, investigador del IF, comentó que los principales retos de la física que en apariencia no tiene un impacto social directo son: la conexión entre astronomía y partículas para hacer la búsqueda de qué es la materia oscura, investigar si los neutralinos son los candidatos para explicar la falta de masa y conocer las nuevas estructuras que cubren núcleos y partículas exóticas.
“Otro campo de investigación pendiente es el planteamiento de más dimensiones y no solamente de la supersimetría, sino la súper-gravedad, así como el sitio holográfico, el cual se relaciona con la teoría del universo algorítmico”, indicó.
También sobresale el estudio de la estrella binaria de dos agujeros negros y la posibilidad de que haya colapso gravitacional con la emisión de ondas gravitacionales, las separaciones pequeñas que tienen un vacío electromagnético como intermediario, la materia en escala nanométrica a nivel de la electrónica y el uso de gases ultrafríos.
LIBRO. Por su parte, Karen Volke, editora del libro, señaló que la obra está dirigida a jóvenes de licenciatura con el fin de divulgar qué temas de la física son novedosos y que en su formación académica difícilmente se les enseña.
“La intención es darle un primer acercamiento a temas que en su mayoría no se ven en la carrera, darles elementos para que sepan cuál es la física moderna, porque la contemporánea ya es del siglo pasado”, precisó.
Esta publicación se suma a los 18 libros que el Instituto de Física ha coordinado en su editorial electrónica: CopIt-ar-Xives, como una alternativa a los procesos de divulgación impresa, sitio que funciona con software libre y cuenta con mil 400 visitas cada doce días.
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