Se suele decir que la Tierra es el planeta azul por el color de sus océanos, pero en realidad la atmósfera y su composición tienen mucho que ver en esa coloración. De hecho, los mares no presentan un color azul porque lo tenga el agua: al tomar una muestra de agua marina se aprecia claramente que es incolora, un poco translúcida por la materia en suspensión. Pero no es azul. Si los mares son azules es porque reflejan el color del cielo. Cuando el cielo está gris y nublado, el color del mar dista mucho de ser azul.
El color del cielo, por otra parte, es consecuencia de la filtración de la luz realizada por la atmósfera. La luz interacciona con los gases atmosféricos y como consecuencia se producen los colores en el cielo que se pueden observar casi cada día.
En ausencia de atmósfera, estos colores no aparecería, tal y como ocurre en la Luna. Por ello en nuestro satélite, el cielo es negro.
El color del cielo, por otra parte, es consecuencia de la filtración de la luz realizada por la atmósfera. La luz interacciona con los gases atmosféricos y como consecuencia se producen los colores en el cielo que se pueden observar casi cada día.
En ausencia de atmósfera, estos colores no aparecería, tal y como ocurre en la Luna. Por ello en nuestro satélite, el cielo es negro.
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