lunes, 11 de agosto de 2014

Cita "a ciegas" con las Perseidas

Las popularmente conocidas como “lágrimas de San Lorenzo” podrán verse con mayor intensidad la noche del 12 al 13 de agosto, una vez que su radiante, localizable en la dirección nordeste, más concretamente en la constelación de Perseo, salga sobre el horizonte a las 23:30h en las islas Canarias, un poco antes la Península Ibérica, dependiendo de la latitud y longitud del lugar. El máximo de actividad se espera entre las 00:00 h y las 03:00 h de Tiempo Universal (una hora más en Canarias y dos en la Península). La Luna habrá pasado por la fase de luna llena dos días antes, por lo que será un obstáculo para su observación, estando presente durante toda la noche. Además, esta luna llena será un 30% más brillante por coincidir con su perigeo, el punto de su órbita más cercano a la Tierra. Dada la cercanía de esta “SuperLuna”, sólo podrán observarse las estrellas fugaces más brillantes.

Cada lluvia de estrellas está asociada a un cometa. Las llamadas “estrellas fugaces” de las Perseidas son en realidad pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, por lo general menores que granos de arena, que va dejando el cometa “Swift-Tuttle” a lo largo de su órbita. Cuando un cometa se acerca a las regiones interiores del Sistema Solar, su núcleo, formado por hielo y rocas, se sublima debido a la acción de la radiación solar y genera las características colas de polvo y gas. La corriente de partículas resultante se dispersa por la órbita del cometa.

Cada año por estas fechas, nuestro planeta se encuentra con los restos de este cometa, que tiene un período de 133 años y que pasó cerca del Sol por última vez en 1992. Estas partículas de polvo, al contacto con la atmósfera terrestre, se desintegran a gran velocidad, creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre científico de “meteoros”.

La lluvia de meteoros que se produce suele tener su máxima actividad entre el 12 y el 13 de agosto, aunque el fenómeno es apreciable en menor intensidad desde la segunda mitad de julio hasta finales de agosto.

Si sumamos todos los meteoros de una lluvia en una sola imagen, se tendrá la impresión de que provienen de una misma zona del cielo, la cual recibe el nombre de radiante. Por ello, se nombra a estas lluvias en función de la constelación de la aparente procedencia: el nombre de “Perseidas” se debe a que su radiante se encuentra en la constelación de Perseo, “Acuáridas” en la de Acuario, etc.

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Composición de fotografías que muestra las trazas de cuatro Perseidas observadas en 2010 desde una localización cercana a la formación rocosa conocida como "La Catedral", en el Parque Nacional del Teide, en Tenerife. Se ha señalado el radiante, la constelación de Perseo, desde el cual parecen proceder las Perseidas por un efecto de perspectiva. (Crédito: Daniel López / IAC)

Las distintas lluvias tienen distintas intensidades máximas, distintas velocidades de entrada en la atmósfera y distinto brillo de los meteoros. También tienen un máximo más o menos pronunciado y se distribuyen a lo largo de más o menos días en función de la dispersión de los restos, su tamaño y localización en la órbita terrestre, entre otros factores.

Existen más de treinta lluvias al año, aunque muchas son meramente anecdóticas. Según la página www.imo.net, las siguientes son las que tienen un número superior a 12 meteoros a la hora (lo que significaría uno cada 5 minutos de media):

    Cuadrántidas (QUA), 3 de enero: 120
    Líridas (LYR), 22 de abril: 18
    Pi-Púpidas (PPU), 23 de abril: variable
    Eta-Acuáridas (ETA), 6 de mayo: 55
    Bootidas de junio (JBO), 27 de junio: variable
    Delta-Acuáridas Sur (SDA), 30 de julio: 16
    Perseidas (PER), 13 de agosto: 100
    Dracónidas (DRA), 8 de octubre: variable
    Oriónidas (ORI), 21 de octubre: 20
    Leónidas (LEO), 17 de noviembre: 15
    Alfa-Monocerótidas (AMO), 21 de noviembre: variable
    Fenícidas (PHO), 6 de diciembre: variable
    Gemínidas (GEM), 14 de diciembre: 120

Destacan las Cuadrántidas (3 enero), las Perseidas (13 agosto) y las Gemínidas (14 de diciembre). De estas tres lluvias, las Perseidas son las únicas que ocurren en verano, cuando el tiempo es más agradable y se tiene más tiempo libre, de ahí que sean las más conocidas. Las Cuadrántidas y las Gemínidas, seguramente más espectaculares, ocurren en pleno invierno. También depende de la suerte que se tenga ese año con la Luna. Lógicamente, la luna llena es la peor para ver meteoros. También hay que alejarse de núcleos de contaminación lumínica si se quieren tener más probabilidades de ver algo.

Las Alfa Capricórnidas y las Delta Acuáridas Sur, que se pudieron ver hace escasamente una semana, podrían cruzarse también con las Perseidas. En el caso de las dos lluvias citadas, éstas pueden observarse hasta el 15 y 23 de agosto, respectivamente, por lo que efectivamente pueden verse "mezcladas" con las Perseidas. Para distinguir unas de otras, basta estimar la dirección de procedencia proyectada en el cielo y ver de qué constelación provienen. (Fuente: IAC)

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