miércoles, 13 de agosto de 2014

Antes de la creación del universo

El Big Bang o Gran Estallido que, según se cree, fue lo que dio origen al universo, plantea una pregunta crucial: Si fue efectivamente una explosión colosal lo que creó nuestro universo hace 13.700 millones de años, ¿qué provocó esa explosión y qué había antes?

Nuestro universo pudo surgir a partir de la formación de un agujero negro en un universo con más dimensiones que el nuestro, según las sorprendentes conclusiones de una nueva investigación. Lo que percibimos como el Big Bang, podría ser el “espejismo” tridimensional de una estrella derrumbándose sobre sí misma en un universo profundamente distinto al nuestro.


Así lo cree el equipo de Niayesh Afshordi, Robert Mann, y Razieh Pourhasan, del Instituto Perimeter de Física Teórica en Canadá. Esos científicos tienen una nueva idea de lo que pudo haber antes del Big Bang. Es un tanto sorprendente, pero está basado en matemáticas sólidas, según afirman.

La interpretación convencional mantiene que el Big Bang se inició con una singularidad, un fenómeno insondablemente caliente y denso del espacio-tiempo donde las leyes estándar de la física se rompen. Las singularidades son extrañas, y el conocimiento científico sobre ellas es muy limitado.

Los autores del nuevo estudio plantean que quizá nuestro universo podría ser la “envoltura” tridimensional alrededor de un horizonte de sucesos de un agujero negro de cuatro dimensiones espaciales. En este escenario, nuestro universo se creó de manera explosiva cuando una estrella en un universo con esas cuatro dimensiones espaciales se derrumbó sobre sí misma convirtiéndose en un agujero negro.

En nuestro universo tridimensional, los agujeros negros tienen un horizonte de sucesos que solo posee dos dimensiones espaciales, es decir, están rodeados por un límite bidimensional que marca el “punto de no retorno”, el umbral a partir del cual ya no es posible escapar del agujero negro y regresar al universo normal. En el caso del universo de cuatro dimensiones espaciales, un agujero negro tendría un horizonte de sucesos tridimensional.

En el escenario que proponen los autores del nuevo estudio, nuestro universo nunca estuvo dentro de la singularidad; en vez de eso, se formó como la citada envoltura de un horizonte de sucesos, protegido de la singularidad.

Los investigadores argumentan que esta idea, aunque pueda parecer extravagante o incluso absurda, está afianzada en las mejores matemáticas modernas que describen el espacio y el tiempo. Su nuevo modelo de la creación del universo parece resolver incongruencias y enigmas cosmológicos que hace mucho tiempo que duran, y, lo más importante, produce predicciones que se podrán poner a prueba en experimentos.



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